Competencia comunicativa

El modelo de competencia comunicativa se utiliza para enseñar y aprender idiomas extranjeros y es el resultado de múltiples esfuerzos de los lingüistas. El desarrollo del modelo de competencia comunicativa comenzó con Chomsky en la década de 1960, cuando utilizó la competencia gramatical como base teórica para la enseñanza, el aprendizaje y la prueba de idiomas. Poco después, Hymes amplió sus conceptos de desempeño y competencia agregando que la competencia comunicativa debería incluir la capacidad de usar estructuras gramaticales en diferentes situaciones para transmitir e interpretar mensajes y negociar significados. Muchos otros lingüistas pusieron esfuerzos para desarrollar aún más el concepto de competencia comunicativa. Algunos de los colaboradores más distinguidos para el desarrollo del modelo incluyen Widdowson, Canale y Swain, Savignon y Bachman y Palmer.

El modelo de competencia comunicativa que conocemos y usamos hoy representa la capacidad de usar el lenguaje correctamente para comunicarse de manera adecuada y efectiva en una variedad de situaciones sociales. Actualmente, el modelo de competencia comunicativa se construye a partir de cuatro áreas de competencia: lingüística, sociolingüística, discursiva y estratégica. Dos de ellos se centran en el aspecto funcional de la comunicación, y los otros dos reflejan el uso del sistema lingüístico.

Lingüística y sociolingüística

La competencia lingüística se ocupa de la gramática. Incluye vocabulario, ortografía, puntuación y pronunciación. Los estudiantes deben conocer las reglas que gobiernan la estructura de las oraciones, la formación de palabras, los tiempos verbales, las interacciones con los sonidos, los significados de las palabras y frases y las colocaciones. En otras palabras, la sintaxis, la morfología, la semántica, la fonología y la fonética son temas de interés para el área de competencia lingüística. Los estudiantes deben avanzar hacia el dominio de cada uno de ellos para construir oraciones gramaticalmente correctas.

RECOMENDADO:  Departamentalizacion: Tipos de Departamentos de una Empresa

La competencia sociolingüística está relacionada con la cultura y las reglas sociales que gobiernan el uso apropiado del lenguaje. Por ejemplo, esto incluye saber en qué entorno debemos ser más formales, cómo expresamos la cortesía, cómo abordamos a las personas correctamente, cómo tratamos ciertos temas, cualquier tabú y qué términos son políticamente correctos. Abordar esa área nos dice cómo usar el lenguaje y cómo responder en una conversación de manera apropiada en lugar de solo gramaticalmente correcto. El dominio de esta competencia revela un nivel más avanzado de fluidez del lenguaje.

Discurso y Estratégico

La competencia del discurso es nuestro conocimiento de qué patrones de organización y dispositivos cohesivos podemos usar para conectar oraciones. Organizamos palabras, frases y oraciones y producimos y comprendemos conversaciones, artículos, mensajes y literatura. Podemos hablar, escribir, leer y escuchar información de varios tipos.

Sabemos cómo construir oraciones, cómo usarlas y cómo conectarlas en un entorno de comunicación. La competencia estratégica sugiere que también podemos superar los vacíos en el idioma y modificar los mensajes con respecto a la audiencia y el propósito; Demuestra que somos fluidos y efectivos. Sabemos cómo reparar y mantener la comunicación en caso de interrupciones de la comunicación y cómo mantener abierto el canal de comunicación. Podemos parafrasear, usar gestos o explicar palabras desconocidas; Podemos pedir una aclaración, repetición y un discurso más lento.

Enfoque comunicativo

Existe la creencia común de que un idioma se aprende mejor cuando uno vive en el país que habla el idioma de destino y se sumerge en la cultura. Con las cuatro áreas de competencia comunicativa en mente, puede comprender por qué esta estrategia realmente funciona tan bien. Muchos cursos de idiomas modernos se han alejado de la enseñanza puramente de gramática y vocabulario para llegar a esa «competencia comunicativa» al simular situaciones auténticas y llevar la cultura al aula. Cada vez más, los instructores se esfuerzan por equilibrar la precisión (la parte gramatical) y la fluidez (la parte apropiada), ya que ambos son igualmente importantes.

En realidad, el modelo de competencia comunicativa es una de las teorías que sustenta el enfoque comunicativo de la enseñanza de lenguas extranjeras. Este enfoque está impulsado por la idea de que la adquisición del lenguaje tiene lugar cuando los estudiantes están involucrados en la comunicación real; Tienen que comunicar un significado real en una situación significativa. Es por eso que los cursos efectivos se enfocan mucho más en involucrar a los estudiantes en el enfoque comunicativo en lugar de solo dar conferencias.

Solicitud de aula

Algunos métodos que se usan comúnmente para la aplicación en el aula incluyen la interacción, el contexto, los elementos culturales y la participación de otros estudiantes. Los instructores incorporan elementos culturales y hacen que los estudiantes practiquen la comunicación apropiada para que puedan usarla en un contexto natural algún día. Por ejemplo, los estudiantes pueden tener que trabajar en parejas para encontrar información sobre su pareja, los maestros pueden incorporar materiales auténticos para una mejor representación cultural, y las lecciones pueden centrarse en el alumno y enfatizar las habilidades y las funciones del lenguaje. El propósito del instructor es enseñar a los estudiantes cómo usar el lenguaje correctamente, pero también cómo usarlo para comunicarse en diferentes contextos.

Lista de verificación del instructor para la competencia comunicativa

Un instructor orientado a la competencia comunicativa dedicará el tiempo de la lección a las siguientes cinco líneas para asegurar que los estudiantes estén progresando:

Precisión: proporcionar actividades para practicar el uso correcto de la gramática, pronunciación, etc.
Fluidez: proporcionar estrategias para ayudar a los estudiantes a mantener el flujo de comunicación en marcha
Complejidad: proporcionar suficientes fuentes para la expansión del vocabulario.
Adecuación: proporcionar a los estudiantes diversos contextos y situaciones para comunicarse y modelar el uso apropiado del lenguaje
Capacidad: ampliar los temas sobre los que los estudiantes pueden hablar, cuánto pueden decir, qué pueden decir y en qué situación con qué público.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *