La maximización del crecimiento como objetivo de la gestión financiera resuelve las diversas limitaciones asumidas por las dos teorías anteriores. Hemos observado la evolución del objetivo de gestión financiera desde un enfoque tradicional de maximización de beneficios a un concepto mejorado de maximización de riqueza. Ambos enfoques tienen sus pros y sus contras.
Las partes afectadas por los objetivos de la gestión financiera son, en términos generales, los gerentes que administran el negocio y los propietarios/accionistas que invierten su dinero en él. Se entiende bien que tienen su conjunto de objetivos personales. Estarán satisfechos y continuarán su apoyo solo si sus metas personales se logran mientras actúan para los objetivos de la organización.
Los gerentes están interesados en lograr sus objetivos personales, como salarios elevados y en constante crecimiento, estatus en la sociedad, poder en la organización, seguridad laboral, prestigio en el mercado, etc. Es muy lógico desde el punto de vista de los gerentes correr detrás de sus objetivos para ejecutar sin problemas su ciclo de vida.
Por otro lado, los inversionistas desean maximizar su riqueza maximizando las ganancias, la participación de mercado, las ventas, el capital, la estima pública, etc. Dado que han invertido en el negocio el dinero que tanto les costó ganar, también es lógico que soliciten el rendimientos debidos a su suma invertida.
En la situación dada, la maximización del crecimiento como objetivo de gestión financiera para los gerentes y propietarios reconcilia la situación en mayor medida y crea una situación en la que todos ganan. El crecimiento es algo que traerá crecimiento en el objetivo personal de ambas partes, a saber. gestores e inversores. Una organización en crecimiento en términos de ventas, participación de mercado, ganancias, etc., conducirá automáticamente a mejores rendimientos oa la maximización de la riqueza de los inversionistas. De igual forma, para los gerentes, podrá brindar mayor seguridad laboral y salarios buenos y crecientes al ritmo de crecimiento de una organización. Al mismo tiempo, el mérito de llevar la organización a tales niveles les otorgará estatus y prestigio en el mercado y en la sociedad.
El profesor Penrose y Marris definen una tasa de crecimiento equilibrada como un objetivo de la gestión financiera. Asumen que el crecimiento significa la tasa de crecimiento de la demanda del producto producido/vendido por la organización y la tasa de crecimiento de la oferta de capital para la organización. También se supone que ambas tasas de crecimiento deben ser iguales para lograr la máxima tasa de crecimiento equilibrado.
Estas dos tasas de crecimiento se interpretan como dos funciones de utilidad, a saber.
Función de utilidad del gerente (Um) = f {salarios, estado, poder, seguridad laboral, prestigio, etc.)
Función de utilidad del propietario (Uo) = f {ventas, capital, volúmenes de ganancias, participación de mercado, etc.)
Dado que el interés personal de los propietarios y administradores están en armonía unos con otros. El único objetivo de lograr una mayor tasa de crecimiento de la empresa motiva a los gerentes y propietarios.
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