Las finanzas apalancadas significan otorgar más deuda a una empresa de lo que se considera normal para esa empresa. Dar más de la deuda normal implica que la deuda es más riesgosa y, por lo tanto, es más costosa que la deuda normal.
Por lo tanto, la financiación apalancada se utiliza principalmente para fines específicos, como la recompra de acciones, el pago de dividendos, la compra de un activo, la realización de una adquisición, etc. Por lo tanto, básicamente significa adquirir deuda para hacer crecer la empresa o aumentar los rendimientos potenciales de una inversión.
La mayoría de las empresas prefieren este tipo de financiación, ya que requiere poca financiación por parte de las empresas. Pero, si el activo por el que se tomó la deuda no se desempeñó como se esperaba, la misma financiación se convierte en un gran dolor de cabeza para el negocio. El gasto por intereses debe pagarse regularmente, independientemente de cómo se desempeñe el activo.
Por lo tanto, cuanto mayor sea el monto de la deuda, mayor será el apalancamiento financiero y mayor el riesgo.
¿Quién apuesta por las finanzas apalancadas?
Para entender quién va por tal financiamiento, necesitamos entender un tipo de deuda. Hay dos tipos de deuda sobre la base de la financiación de la deuda:
Deuda de grado de inversión
Las empresas con sólidos perfiles crediticios emiten este tipo de deuda. Dicha deuda se considera segura y el riesgo de incumplimiento también es menor.
Deuda de grado especulativo
Las empresas altamente apalancadas emiten dicha deuda y, por lo tanto, conlleva un mayor riesgo.
Es comprensible que la financiación apalancada se centre en la deuda de grado especulativo, lo que significa que las empresas que emiten deuda de calificación más baja optan por la financiación apalancada. Específicamente, las firmas de capital privado y de compra apalancada intentan obtener el mayor apalancamiento posible para impulsar la tasa interna de retorno o TIR de su inversión.
Efectos del apalancamiento
Las finanzas de apalancamiento aumentan la volatilidad en las ganancias y el flujo de efectivo de una empresa. Como este tipo de financiamiento de deuda es costoso, el pago de intereses agrega una carga adicional a los recursos limitados de la empresa.
Además, este tipo de financiación aumenta el riesgo de prestar a dicha empresa. Una empresa que opta por esta opción ya se percibe como más riesgosa. Y, tras disponer de dicha financiación o deuda, la empresa se vuelve aún más arriesgada.
Por lo tanto, es esencial que los analistas comprendan el uso del apalancamiento por parte de una empresa para crear con precisión su perfil de riesgo y rentabilidad. Además, comprender el apalancamiento también ayuda a pronosticar con precisión los flujos de efectivo.
Deuda mezzanine: una herramienta útil
Una herramienta importante que se incluye en las finanzas apalancadas es la deuda intermedia o intermedia. Una empresa utiliza dicha deuda como alternativa a los bonos de alto rendimiento o la deuda bancaria. Los inversores en deuda mezzanine asumen mayores riesgos que los inversores en bonos, pero también obtienen mayores rendimientos. Los rendimientos para los inversores en deuda mezzanine están algo más cerca de los rendimientos de las acciones.
Tradicionalmente, las pequeñas empresas que no podemos acceder al mercado de bonos prefieren optar por la deuda mezzanine. Ahora, las empresas o los bancos de inversión utilizan cada vez más esta opción como parte de un paquete financiero más grande para financiar grandes acuerdos de adquisición.
Un trabajo de especialista
Las finanzas apalancadas son un trabajo especializado y, por lo tanto, la división de banca de inversión de un banco tiene una unidad separada, llamada LevFin o LF, para manejar dicha deuda. Dicha unidad es responsable de ofrecer asistencia a las empresas que buscan financiamiento apalancado. Algunos de los mejores nombres en el segmento de LevFin son JP Morgan, BAML, Credit Suisse, Citi, Goldman Sachs y más.
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