Los impuestos son uno de los componentes más importantes que determinan la rentabilidad general de una empresa. Es tan importante que tiene su propio lugar en el informe financiero de la empresa en el nombre de elementos como el beneficio neto antes de impuestos, el beneficio neto después de impuestos, el impuesto diferido, etc. Por lo tanto, es evidente que el aspecto fiscal no puede pasarse por alto. en la debida diligencia durante fusiones y adquisiciones.
¿Qué es la Due Diligence Tributaria?
La debida diligencia fiscal es una investigación exhaustiva de los diferentes tipos de impuestos que afectan a la empresa objetivo. Cuando un adquirente está considerando una fusión o una adquisición, es importante que reconozca cualquier exposición fiscal significativa a la empresa objetivo. La palabra «significativo» es muy importante aquí. Una empresa objetivo que obtenga una ganancia neta de US$ 100 000 no se verá muy afectada por una posible obligación fiscal futura de US$ 500. Sin embargo, si la obligación fiscal es de US$ 10 000, entonces esta exposición definitivamente afectará la decisión del comprador. Por lo tanto, la debida diligencia fiscal considera los pasivos que afectarán de manera crucial la rentabilidad de la empresa objetivo.
Tipos de diligencia debida fiscal
Hay dos tipos de debida diligencia fiscal: del lado del vendedor y del lado del comprador.
La empresa objetivo lleva a cabo la diligencia debida del lado del vendedor en un intento de reconocer y remediar cualquier exposición fiscal importante antes de invitar a los posibles compradores.
La diligencia debida del lado del comprador es cuando el comprador desea reconocer la exposición fiscal de la empresa objetivo antes de tomar la decisión de compra.
Ambos son extremadamente útiles para diferentes partes de fusiones o adquisiciones. En este artículo, discutiremos la diligencia debida del lado del comprador.
Due Diligence Tributario – Áreas de Investigación
Una debida diligencia fiscal generalmente se lleva a cabo después de un análisis preliminar. Una vez que al comprador le gusta la idea de adquirir una empresa objetivo en función de su modelo de negocio, estabilidad financiera, sostenibilidad, presencia en el mercado, gestión y cultura, comienza a investigar para encontrar exposiciones fiscales.
Entonces, ¿qué busca un adquirente durante una debida diligencia fiscal? Hay cinco áreas comunes:
Cumplimiento tributario
El simulacro muy básico y de partida para la debida diligencia fiscal es confirmar que la empresa objetivo se adhiere a todo el cumplimiento fiscal del gobierno. Esto puede incluir una revisión de todos los tipos de impuestos aplicables, como el impuesto de sociedades, el impuesto sobre las ventas/valor agregado, el impuesto especial, los derechos de aduana, el impuesto sobre los empleados y otros impuestos específicos aplicables a la empresa objetivo.
El adquirente tiene la intención de comprender los pasivos potenciales del objetivo, ya sea pasado, presente o futuro. El pasivo puede ser definitivo o contingente, registrado o no registrado en los libros de contabilidad del objetivo. Tal comprensión holística sacará a la luz el riesgo de cumplimiento durante un acuerdo de M&A y orientará hacia las precauciones apropiadas que se deben tomar contra estos riesgos. Además, la exposición de la empresa objetivo a las obligaciones fiscales ayudará al comprador a determinar el precio de compra.
Pasivos/ Activos Tributarios
Identificar las obligaciones tributarias es la tarea más lenta y detallada. Esto se debe a que el comprador tiene que analizar toda la información financiera anterior de la empresa objetivo. Además, el comprador también debe estudiar las obligaciones fiscales de las subsidiarias de la empresa objetivo, empresas hermanas o cualquier otra empresa relacionada. Las obligaciones fiscales de estas empresas aumentarán la exposición fiscal de la empresa objetivo. Una vez que el adquirente ha identificado los pasivos, es hora de cuantificarlos. Después de eso, esta cantidad de responsabilidad fiscal se utilizará para tomar una decisión de compra o establecer un precio de adquisición justo.
impuesto a los empleados
Muchas empresas clasifican erróneamente a sus empleados. Por ejemplo, pueden clasificar a los contratistas independientes como empleados de tiempo completo. Esto puede cambiar las obligaciones tributarias, además de invitar a sanciones adicionales. No es necesario que la empresa haya clasificado erróneamente a propósito; puede ser un error genuino.
El adquirente debe realizar las investigaciones adecuadas para identificar estas clasificaciones erróneas. Esta investigación incluye investigar lo siguiente:
- Contratos de empleados
- La flexibilidad de las horas/horarios de trabajo de cada empleado
- Estructura de compensación de empleados
- Seguros y otros beneficios.
Esto ayudará al adquirente a determinar la responsabilidad fiscal de la empresa objetivo en esta área y ayudará aún más a tomar la decisión de compra.
Créditos fiscales
El gobierno proporciona créditos fiscales y subsidios a las empresas para impulsar el comercio y el comercio. Estos créditos fiscales incluyen créditos fiscales de exportación, créditos fiscales de I+D, etc. Además, el gobierno también recompensa los esfuerzos de sostenibilidad con iniciativas. Tales como créditos fiscales por reducción de huella de carbono, créditos fiscales para instalar tecnología solar y plantas de tratamiento de agua, etc.
Puede haber dos formas en que la empresa objetivo puede tener una obligación tributaria en esta área. O ha calculado mal estos créditos, o los ha reclamado erróneamente. Ambos casos darán lugar a obligaciones fiscales y fuertes sanciones en el futuro. Por lo tanto, es necesario que el adquirente lleve a cabo una diligencia debida exhaustiva en esta área antes de llegar a ninguna conclusión.
Los precios de transferencia
La definición de precios de transferencia de Investopedia establece: «El precio de transferencia es el precio al que las divisiones de una empresa realizan transacciones entre sí, como el comercio de suministros o mano de obra entre departamentos».
En el contexto de la debida diligencia fiscal, los precios de transferencia tienen muchos riesgos.
En la mayoría de las transacciones, el intercambio de bienes/servicios se realiza entre empresas hermanas de la misma empresa matriz. Además, estas empresas están bajo diferentes jurisdicciones y operan bajo diferentes leyes fiscales. Esto conlleva el riesgo de calcular en exceso los impuestos, contar dos veces o no cobrar impuestos cuando corresponda. Para evitar obligaciones fiscales derivadas de estas transacciones, el adquirente debe revisar los acuerdos de precios de transferencia de la empresa objetivo, y también debe analizar todas las transacciones pasadas.
De esta discusión, podemos concluir que los beneficios de la debida diligencia fiscal pueden superar con creces su costo. Una diligencia debida fiscal puede identificar fácilmente las posibles exposiciones de riesgo que surgen de pérdidas sobreestimadas, obligaciones fiscales no declaradas, exposiciones no declaradas, falta de cobro de impuestos, errores de nómina y otros errores de cálculo de impuestos. Supongamos que estos riesgos no se detectan durante el proceso de diligencia debida. En ese caso, creará un impacto negativo en el flujo de efectivo, la rentabilidad y la reputación del adquirente en algún momento en el futuro. Además, si existen riesgos de exposición fiscal irreversibles, lo mejor para el adquirente es abandonar el trato, sin importar cuán tentador pueda ser.
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